por Carlos Trosman
Recuerdo que cuando salía de una sesión de acupuntura con el Maestro Qian Lan Gen, de la Escuela Mien Chuan, me invadía una sensación tan agradable que no podía evitar reírme a carcajadas. La energía circulando por mi cuerpo me producía un bienestar tan grande que me daba risa. Me mejoraba el humor y la postura, como si la musculatura fría por el invierno, se hubiera calentado en el fuego del hogar. De ese mismo modo la energía Qi (léase Chi) de los órganos calienta los grupos musculares por donde circulan sus canales (meridianos) correspondientes. Esa es la premisa de la Medicina Tradicional China que experimenté en carne propia reiteradas veces. La postura con que nos movemos en el mundo es, por supuesto, una construcción subjetiva inconciente que se desarrolla en un escenario inconciente también. Quiero decir que nos movemos de una determinada manera acorde a un determinado lugar. Ese lugar es la manera de interpretar nuestra circunstancia. Pero esta postura también está construida desde nuestras posibilidades físicas y funcionales. La energía circula de distinta forma en distintas personas: se acumula más en algunos lugares y se retira de otros. Es por eso que ante situaciones estresantes, a algunos les duele la cabeza, o otros la panza, otros se tuercen el tobillo o les baja la presión, o se contracturan los hombros o les duele la espalda. La misma situación puede disparar movimientos de energía diferentes en distintas personas, desnudando zonas que la postura, tanto interior como exterior, vuelve críticas. La Medicina Tradicional China no intenta modificar la postura solamente a partir del trabajo muscular, sino intentando recuperar el libre fluir de la energía Qi en un movimiento donde todo el cuerpo sea irrigado correspondientemente. De acuerdo a un aspecto de la teoría del Yin.Yang, el interior sostiene al exterior y viceversa. Hay una mutua interrelación e interdependencia entre ambos.
Para trabajar con masajes Shiatzu o con acupuntura, es fundamental la observación de la postura ya que nos dará indicios de qué sistemas (compuestos por el órgano y su canal de energía) están afectados. Si la persona se presenta encorvada, con el pecho hundido y el rostro pálido, el problema está en la energía del pulmón, la actitud es de tristeza y la piel se marchita. Es necesario calentar el Qi con infusiones que incluyan canela, jengibre y cardamomo y por qué no, un poco de pimienta. También calentar puntos y zonas del pecho y la espalda. Tratar los puntos: Vejiga 13, Vaso Concepción 17 y Pulmón 9. Cuando el dolor aparece en la cintura, hay hiperlordosis y rigidez a lo largo de la columna en general, inclusive del cuello, el Qi de los riñones está desequilibrado y la actitud tensa de la musculatura de la espalda indica miedo y exceso de adrenalina. La terapéutica consiste en calentar los riñones, la cintura y el sacro con paños secos y también la planta de los pies. Luego masajear pellizcando suavemente la zona de la cintura, lo que provocará sudor en manos y pies para expulsar la adrenalina acumulada. Es mejor tomar más líquidos a temperatura ambiente, o infusiones diuréticas como la barba de choclo o la cola de caballo. Tratar: Vejiga 23, Vejiga 28, Riñón 3 y Riñón 1. Los problemas digestivos se manifiestan en la pesadez de las extremidades, pudiendo aparecer dolores en brazos y piernas. Esto da la sensación del cuerpo pesado, como si la fuerza de gravedad hubiera aumentado, y entonces esa persona busca apoyarse constantemente, se sostiene la cabeza con las manos y apoya los codos en la mesa, ya que siente que no puede sostener su cuerpo. Hay distensión abdominal y puede dilatarse el vientre. En estos casos es indicado comenzar las comidas con una sopa de miso y finalizarlas con un té verde caliente endulzado con miel. Los puntos a tratar son: Vaso Concepción 12 y Estómago 36. Cuando el hígado está en exceso, la musculatura se pone hipertónica y los movimientos se realizan con fuerza excesiva. La respiración incluye suspiros o resoplidos para eliminar el calor que produce la hiperactividad del hígado. Hay tendencia a contracturarse, a sufrir dolores de cabeza y de nuca. Mejor que ingerir bebidas frías para equilibrar este calor, es consumir frutas ácidas como el limón o el pomelo, e incluir en la dieta el nabo japonés Daikon para absorber el exceso de grasas del hígado. Los puntos indicados son: Vesícula Biliar 34 e Hígado 3. También Hígado 13, en el extremo de la 11º costilla. Cuando falta la alegría, el color rojo de la sangre se oculta en las profundidades y la circulación se vuelve lenta, y los movimientos y los pensamientos se sienten desajustados. Se enfrían las extremidades y puede aparecer insomnio e hipotensión. Calentar la punta del esternón y entre los omóplatos. Disminuir la ingesta de sal y no consumir verduras amargas. Incluir té rojo caliente con canela en la dieta. Puntos: Vejiga 15, Vejiga 43, Corazón 7, Bazo-Páncreas 6. (Este último punto no debe usarse en embarazadas).
Los puntos son bilaterales salvo el de Vaso Concepción. Se deben tratar un minuto o dos de cada lado, manteniendo la presión mientras exhalamos lentamente. Interrumpir la presión al inhalar y luego continuar presionando. Primero calentar las zonas y luego presionar los puntos.
Estos son solamente algunos de los casos posibles entre una variedad muy amplia, que afectan otros meridianos o varios a la vez. Elegimos aquí 5 casos básicos para ejemplificar la relación entre la postura física, la postura subjetiva y los sistemas de canales de energía de la Medicina Tradicional China.-